Historia de La Quinina y La Tonic Water




Anteriormente hemos comenzado dando un repaso por la historia de La Ginebra, el preciado destilado, del cocktail que nos ocupa en el blog. Y lo mismo haremos ahora con el otro liquido principal de un Gin & Tonic, la “TONICA o TONIC WATER”.



Una de las principales características o materia prima de la tónica es la “QUININA”.


Origen de la Quinina


La quinina, proveniente del “quino, quina, quinina roja o cascarilla (Cinchona Pubescens) es un árbol de la familia de las rubiáceas, siendo una familia de plantas denominadas “de la rubia, galio blanco”, o también familia del “café”.

Originario de Ecuador, Colombia, Venezuela, Perú y Bolivia. Este tipo de árbol está incluido en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, confeccionada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, (UICN, en inglés: IUCN), fundada en 1948.



El tronco de la planta, suele alcanzar unos 10 m de altura por unos 30 cm de diámetro. Las hojas son ovaladas de entre 21cm a 29 cm de largo, por unos 12 o 13 cm de ancho, siendo estas de color verde oscuro, con pecíolo o “tallo de la hoja” entre 3 y unos 7 cm de longitud. Inflorescencia terminal (el extremo de cada eje floral termina con una flor), con flores rojas con corola blanca o rosada y los lóbulos internamente amarillentos, agrupadas en un racimo ramificado de flores, en el que las ramas a su vez son racimos florales, (panículas). Los frutos encapsulados, angostos cilíndricos, de entre 3,5 y 4 cm de largo, por 0,7 cm de ancho, y con 3 o 4 semillas, cada uno.


Las propiedades medicinales de la corteza de los quinos, era muy conocida por sus propiedades curativas entre los indígenas o nativos americanos, no incorporándose al acervo cultural europeo, hasta que no fueron descubiertas sus propiedades antimaláricas. La fecha exacta de este descubrimiento es polémica, y no muy clarificada, ya que la malaria no existía en Sudamérica, así que los nativos no podían conocer sus propiedades antimaláricas.

La corteza del quino contiene varios alcaloides, (un compuesto químico que posee un nitrógeno heterocíclico procedente del metabolismo de aminoácidos; de proceder de otra vía, se define como pseudoalcaloide). El principal de los alcaloides es la quinina, es un alcaloide natural, blanco y cristalino, de múltiples propiedades medicinales, ampliamente reconocidas y testadas, como son las antipiréticas, antipalúdicas y analgésicas, además de contener también otro tipo de alcaloides como son la: quinidina, cinconina y cinconidina, teniendo todos ellos un sabor de excesiva amargura. Siendo uno de los principales fines terapéuticos de la quinina, tratar la malaria o el paludismo, y denominada farmacológicamente como “Cinchonae cortex”. La medicina tradicional le atribuye también propiedades para ser usada como antiséptico, o también para ser preparada como infusión.

Pudiéndose actualmente utilizar todavía en el tratamiento de la malaria resistente.


Importación a Europa

En 1638 la condesa de Chinchón, esposa de Gerónimo Fernández de

Cabrera, Bobadilla y Mendoza, Virrey del Perú, (1629 a 1639), padecía de persistentes fiebres por la malaria que nadie había podido curar. La fiebre empezó a ceder al tomar la poción que  los indígenas Peruanos, preparaban con la corteza del quino, llamando a esta opción “quina quina”.

Siendo sanada con este tratamiento, y además de experimentar su resultado positivo, comenzó a extender su uso.



La malaria no existía en Perú, siendo importada desde España o de África, y su tratamiento con quina-quina fue descubierto a mediados del siglo XVI, aproximadamente, por los nativos peruanos. La comunidad religiosa de “Los jesuitas”, fueron los que difundieron por Europa, el preparado que se realizaba con esta corteza, allá por los años de 1639, por lo que se conocía a dicho preparado como “cascarilla de los jesuitas” o “cascarilla de la condesa”, conociéndose más tarde por el resto del mundo como “cascarilla de Perú” o “corteza de cinchona”.

El nombre científico cinchona se refiere directamente a la Condesa de Chinchón (Carlos Linneo, (1707 – 1778), científico, naturalista, botánico y zoólogo sueco, en el año 1737, transcribió el sonido español 'chi' a la manera italiana: 'ci', de ahí la palabra “Cinchona”).

A fines del siglo XVIII, la Corona Española organizó varias expediciones científicas a Sur América, dirigidas a la búsqueda y estudio de plantas medicinales.

Una de ellas la que embarcaron los botánicos Ruiz y Pavón que llegó al Perú en 1778, enviados por orden de Carlos III de España cuya misión era la recolección de plantas medicinales y entre ellas los quinos. Existen publicaciones y manuscritos entre 1778 y 1779 de Ruiz y Pavó publicando descripciones de los especímenes que se recolectaron en la expedición. Pero prefirieron cultivarla en sus colonias tropicales por su desconfianza en la calidad de la corteza peruana, la corrupción de su comercio, la posible extinción de la especie y para romper el monopolio de Sudamérica.



En el año 1820, el profesor de farmacia Pierre Joseph Pelletier (París, 1788 – París, 1842), y su discípulo José B. Caventou, realizaron el primer estudio químico de la corteza. Aislando un compuesto puro que llamaron “Quinina”, cuya actividad fue verificada por los médicos más famosos. En 1854, Adolph Strecker (1822 - 1871), determinó que la fórmula molecular de la quinina es “C20H24O2N2 “. Posteriormente se desarrollaron varios métodos para extraer el alcaloide y comercializarlo como medicamento.
El uso a gran escala de la quinina como profiláctico tiene su origen en 1850, aunque su uso se remonta, en Europa, y sin aislar ni purificar, al siglo XVII.

Su exportación a Europa era tan lucrativa que el gobierno peruano prohibió la exportación de las semillas para mantener su control.

Los gobiernos ingleses y alemanes se apoderaron de semillas del contrabando y cultivaron plantaciones en Java, Indonesia, India y Ceylán (Sri Lanka), pero estas semillas clandestinas, no eran de las especies con mayor contenido de alcaloide, y de una calidad menor en quinina, por lo que continuó la extracción de árboles sudamericanos.

Siendo el gobierno Alemán, el que compro semillas de “Cinchona Ledgeriana”, que contiene el mejor contenido de alcaloide y la mejor calidad de quinina. Dominando rápidamente el mercado mundial. Hasta llegado el año 1861, en que los holandeses consiguieron en Bolivia semillas del más alto contenido de quinina. Siendo al término de la I Guerra Mundial en 1918, cuando Alemania perdió sus fuentes africanas de quinina y el monopolio de los holandeses fue casi total, hasta la II Guerra Mundial.



Fue en la II Guerra Mundial, cuando los nazis invadieron Ámsterdam, donde estaba prácticamente toda la industria mundial de quinina y cuando los japoneses ocuparon Indonesia y Filipinas, los aliados perdieron toda posibilidad de adquirir quinina para tratar a sus tropas, lo que provoco la intensificación y los esfuerzos para lograr la síntesis total de la quinina.
Los químicos americanos R.B. Woodward y W.E. Doergin, consiguieron sintetizarla en 1944. Desde entonces, se han conseguido muchas síntesis totales más y muy eficaces, pero ninguna de ellas puede competir a nivel económico con las técnicas de aislamiento y purificación del alcaloide a partir de fuentes naturales.
El uso de la quinina en dosis terapéuticas excesivas, puede provocar cinchonismo, en dosis muy altas, puede ser incluso letal, provocando edemas pulmonares agudos y fulminantes, también puede provocar aborto espontáneo.
Además, la quinina es considerada un teratógeno de categoría X por la FDA (Food and Drug Administration o Agencia de Drogas y Alimentos) estadounidense, lo que puede causar defectos de nacimiento, especialmente sordera, si es tomada por mujeres durante el embarazo. Actualmente se sigue utilizando para combatir la malaria, también en contra de los calambres musculares como sulfato de quinina “Circonyl de Pharma” y hasta en cosmetología.
La quinina se usa como potenciador del sabor en el agua tónica, confiriéndole su característico sabor amargo. Debido a los efectos secundarios de altas dosis de quinina, su concentración se ha limitado por la FDA estadounidense a un máximo de 83 partes por millón (ppm). Este valor es aproximadamente unas cuatro milésimas del empleado terapéuticamente.



Agua de Tónica


El agua de tónica, o simplemente, tónica es un refresco carbonatado aromatizado con quinina.

En 1783, Johann Jacob Schweppe, (1740 en Witzenhausen (Hessen, Alemania), 1821 en Ginebra, Suiza) joyero y empresario afincado en Ginebra desde 1788, el cual dedicó algunos años de su vida, a investigar los efectos del aire en el agua, sus investigaciones acabaron dando sus frutos, inventando y desarrollando un eficaz sistema, con el que introducir burbujas de dióxido de carbono en el agua envasada en botellas. Para posteriormente adaptarlo a un procedimiento industrial, lo que daría lugar a la elaboración y creación de las primeras bebidas con gas.

En 1783 fundaba la empresa Schweppes y en 1792 abría su primera sucursal en Londres.

Aunque no fue hasta el año 1870 cuando, debido al crecimiento que había tenido la fabricación de jarabes medicinales en la industria farmacéutica anglosajona, J. Schweppe & Co, tuvo la brillante idea de incluir extracto de corteza de quino, es decir quinina, en la soda carbonatada de naranja, también en la de varios sabores mas, que ya se fabricaba por entonces, para producir el agua de tónica, como hoy en día la conocemos. Una bebida que además de refrescante, servía de medicamento para tratar el paludismo y la malaria, a los soldados ingleses, desplazados a tierras Indias.

Los soldados de las tropas inglesas, debido al alto grado de malaria, reinante en la zona, y en modo de prevenirla, estaban obligados, por los altos mandos, a tomar esta agua de tónica, diariamente.

Para que esta bebida fuera eficaz, contra las enfermedades, contenía un índice de quinina muy alto. Debido a este alto índice de quinina, que contenía el agua de tónica, provocaba un grandísimo amargor, y esto propicio, la mezcla con la ginebra, para hacer así más fácil su ingestión.

Lo que propicio a la creación o descubrimiento del Gin & Tonic.

Otra versión dice que para celebrar las sucesivas victorias de los ejércitos británicos en la India, un alto mando Ingles, propuso añadirle ginebra a la tónica para fabricar un combinado alcohólico.

La fórmula de la tónica, en aquella época, sólo incluía agua carbonatada y quinina natural, y con grandes dosis de quinina, como anteriormente hemos mencionado.

En la actualidad y con el paso del tiempo la cantidad de quinina existente en el refresco, se ha reducido a cantidades insignificantes, desde el punto de vista médico, (cuatro milésimas de una dosis terapéutica), debido a los efectos secundarios que tiene la ingestión de altas dosis de esta sustancia. Además de ser quinina sintetizada y no natural, (salvo en algunas marcas de tónicas Premium).

Por lo que actualmente se usa sólo y únicamente, como refresco, para combinar o tomar solo, o como magnifico digestivo, debido a la perfecta combinación de amargos, dulces y anisados, que aceleran la digestión, y también por su sabor.
También se combinan sus ingredientes, con ácidos cítricos, azúcares y saborizantes, para mitigar un poco el sabor amargo de la quinina, además de crear así y comercializar nuevos y más progresistas sabores emergentes en los nuevos tiempos.

(The Gin - Tonic Blogger)